El duelo es una reacción que supone un proceso para llevar a cabo una elaboración, lo cual no dependerá del paso del tiempo, sino del trabajo que se realice, es decir, el tiempo en sí mismo no supone haber hecho el duelo. En la clínica un duelo detenido o sin hacer aparece con la presencia continua de fenómenos y síntomas del orden de lo psicosomáticos, adicciones, anorexia, bulimia, etc; no solo es aceptar la falta, sino también resolver qué del sujeto estaba en ella.

Diferenciaremos el duelo normal del duelo patológico, en el duelo normal la pérdida es consciente, mientras que en el duelo patológico es solamente inconsciente, se puede saber a quién se perdió pero no lo que se perdió con la persona.

En Psicologos Duelo Barrio Salamanca Espaziopsicoterapia queremos acompañar a la persona por el camino del duelo, no simplemente apartar el duelo, pues si  nos  apartamos estaríamos solo centrándonos en los síntomas y en la supresión de los mismos.

El duelo es un proceso que a veces se hace largo y doloroso porque  es como querer desunirse de una persona que en realidad continua existiendo dentro de nosotros. Y es que además la persona que está en un proceso de duelo o separación  intenta retener continuamente el vínculo afectivo que lo unía con su ser querido, si lo deja de hacer se asusta creyendo que se va a olvidar de él.

En otras ocasiones aparecen los sentimientos de culpa, y esto  determina un retorno una y otra vez al recuerdo de esa persona perdida, a cómo el sujeto no le ofreció el cuidado adecuado, y al daño que presumiblemente infligió, en cuyo caso cualquier descontinuación del pensamiento sobre la persona perdida, o los intentos de reemplazarlo, son sentidos como deslealtad o insensibilidad

Tras la pérdida de un ser querido se modifica la imagen de poder  vivir en un mundo agradable y no hostil. Por tanto la elaboración del duelo va a ser volver a reinstaurar dentro del psiquismo esa expectativa. Intentar ir transmitiendo, poco a poco y sin forzar, la posibilidad de que hay muchas formas por las que se puede ser feliz. En definitiva, el dolor no se supera por el paso del tiempo, sino porque entras en una realidad que te ofrece posibilidades, donde ves que no lo  has perdido todo