Terapia de Pareja
¿Por qué de pareja?
La pareja es mucho más que una relación. Se trata del más pequeño de los hogares humanos y nunca existe una igual que otra, todas son diferentes. Es un microuniverso forjado por dos personas y enriquecido de una gran intimidad compartida. Esta goza de sus propias reglas y tiene una repercusión directa sobre muchos de los elementos que configuran nuestra manera de estar en el mundo, de nuestras elecciones y deseos. También puede ser el motor y sostén de muchas de nuestras emociones, vivencias y sueños. De hecho, a menudo, en la pareja convergen los sueños de tres entidades distintas: los de un miembro, los del otro y los conjuntos de ambos. Es una entidad sutil con vida propia que se construye de manera compartida. Tiene su propio ser que a su vez contribuye a construir, nutrir y desarrollar la identidad individual de cada miembro. Está viva y, como tal, nace, crece y se desarrolla, es decir, cambia.
Como en todo, pueden surgir dificultades en las distintas fases de su desarrollo y de la vida. Estos obstáculos pueden surgir en el interior de la pareja u originarse en el exterior, desde el entorno en el que ambos se desenvuelven. Cuando una de estas dificultades interfiere en el bienestar de la pareja durante un tiempo prolongado la relación puede entrar en crisis. A menudo los enamorados tienen sus propios mecanismos de supervivencia y afrontan creativamente el devenir de la vida. Pero, puede ocurrir que lleguemos a un punto en que percibamos que el «nosotros» se está deteriorando, y con ello sentimos que la relación peligra. Se pueden llegar a producir escenas repetitivas de mucho sufrimiento en las que cada uno parece estar viviendo una realidad distinta, por lo que, se debilita el entendimiento entre ambos. En ocasiones, incluso llegamos a percibir al otro como un extraño.
El apoyo de un profesional puede ser muy útil tanto para superar una crisis como para fortalecer y enriquecer la pareja. A diferencia de la terapia individual, en la terapia de pareja tanto el sufrimiento como la clave para aliviar su malestar son compartidos. El sufrimiento que afecta a la pareja no puede ser explicado en su totalidad solo por una de las personas que la componen, debe ser descrito por ambos. La pareja no puede escoger su propio destino sin uno de los dos. Así, cada relación requiere la mirada única que le pertenece para poder ser abordada en su unicidad. El trabajo se centra en profundizar sobre este universo compartido como un solo elemento, y no sobre cada individuo por separado.
El terapeuta propondrá otras lecturas, otros lenguajes y otros niveles de funcionamiento para salir del terreno del dolor. Además de proporcionarles la posibilidad de enriquecer las perspectivas que tienen de sí mismos, del otro y de su pareja. Y, que, de esta manera, puedan escoger su propio presente y futuro.